La distancia es el olvido siempre que tú quieres que lo sea… Nos perdemos y nos encontramos un millón de veces. Cada vez que te veo alejarte entre la gente me vuelvo a perder. Y esta vez ya no sé cómo encontrarme.
Aquellos safaris llenos de cafés con mucho azúcar, películas y tardes y noches de total entendimiento se han esfumado sin avisar. Hoy he vuelto a notar el vacío, hoy he vuelto a sentirlo todo y de repente… no sentir nada. El corazón no me deja acostumbrarme a estas sobredosis de emoción y aún menos a las distancias largas que las acompañan. En el fondo es bastante tortuoso y triste a la vez. Es muy triste encontrar siempre a la persona correcta en el momento equivocado.
No tienes tiempo y hay días que dudo hasta de si tienes ganas. Y sin embargo, no entiendo por qué aún seguimos viéndonos si para ti ya se ha esfumado la magia.
La pregunta sin respuesta que me quema lentamente por dentro es siempre la misma ¿se puede recuperar el encanto que envolvía aquellas noches de madrugada? Daría todo lo que fuera por retroceder en el tiempo y congelar aquellos instantes efímeros y a la vez tan eternos, aquéllos en los que conseguías hacer latir mi corazón con fuerza aunque entre nosotros no hubiera nada más que silencio.